Desde el abastecimiento de componentes hasta la entrega final del producto, cada paso se somete a un estricto proceso de control de calidad, incluida SPI (inspección de pasta de soldadura), AOI (inspección óptica automatizada), inspección de rayos X, pruebas funcionales (a pedido) e inspección visual, asegurando que nuestro producto cumpla con los más altos estándares.